Asociación de Bancos de México
Convención Bancaria

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Versión estenográfica Acapulco, Gro., 19 de marzo de 2009.

LIC. FELIPE CALDERÓN HINOJOSA
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

Qué tal, muy buenas tardes, amigas y amigos. Señor contador público Zeferino Torreblanca Galindo, Gobernador del Estado de Guerrero; doctor Manuel Añorve Baños, Presidente Municipal de Acapulco; doctor Guillermo Ortiz Martínez, Gobernador del Banco de México; señor licenciado Enrique Castillo Sánchez Mejorada, Presidente de la Asociación de Bancos de México; ingeniero Ignacio Deschamps González, Presidente entrante de la Asociación de Bancos de México; distinguidos dirigentes empresariales e integrantes del Presidium, invitados especiales; estimada Amparo Espinoza; amigas y amigos:

Ha sido muy sabia la reflexión de Enrique Castillo hecha hace un momento, cómo cambian las cosas, cómo han sido distintos los escenarios vividos Convención tras Convención Bancaria.

Es evidente que hoy México vive momentos de grandes retos económicos, uno de ellos desde luego está, no sólo en enfrentar la crisis internacional que se vive, sino específicamente referido este sector de cómo mantener el flujo de crédito particularmente a las actividades productivas del país, que son las que generan empleo y que son las que generan ingreso para los mexicanos.

Estoy convencido, amigas y amigos que el sector bancario es un actor fundamental, precisamente para enfrentar la crisis mundial y por eso la importancia de asistir y agradezco la invitación a esta Septuagésima Segunda Convención Bancaria.

Quiero felicitar a la Asociación de Bancos de México y en especial a su Presidente, Enrique Castillo Sánchez Mejorada, quien ha tenido un papel destacado en el fortalecimiento de la Asociación y de la Banca, que le ha tocado según aquel adagio chino que algunos interpretan como maldición que dice: “Ojalá te toque vivir tiempos interesantes” A él le ha tocado vivir, como a todos nosotros, cada quien en lo suyo, tiempos interesantes.

Felicito también al próximo Presidente de la Asociación, al ingeniero Ignacio Deschamps González, así como al nuevo Presidente Ejecutivo, a Luis Robles Miaja, porque sé que seguirá impulsando la gran labor realizada por la Asociación a favor de México. Así que mucho éxito en esta nueva etapa, en esta responsabilidad y sé y ustedes lo saben, vendrán tiempos mejores.

Hoy quiero compartir algunas reflexiones, sobre no sólo la situación que estamos viviendo, sino también las acciones que está tomando el Gobierno Federal para transformar al país, y desde luego del papel que desempeña la Banca para que México salga adelante en esta coyuntura internacional.

Yo percibo básicamente tres tipos de preocupaciones medulares sobre México y sobre su economía y el momento gélido; uno es evidentemente el tema que preocupa más a los ciudadanos, y que ha sido la prioridad de mi Gobierno que es el tema de la seguridad y el estado de derecho; dos, es el impacto mismo de la situación económica internacional en nuestro país, y tres el impacto que esta situación económica internacional tiene, particularmente en las finanzas públicas, y en consecuencia en aprobarle evolución de la economía y el desempeño del sector público para los meses y años venideros.

Así que déjenme referirme muy rápidamente a estos tres temas. En mi concepto, el principal reto que enfrenta México, es sin duda la construcción de un estado de derecho eficaz, hacer lo que marca la Constitución como obligación de todo servidor público, que se cumpla la Ley y que se haga también cumplir la Ley.

Coincido aquí con lo planteado por Enrique Castillo, respecto de que precisamente la violencia puede afectar la inversión, el empleo y desde luego la actividad económica. Y desde la perspectiva del Gobierno, queridas amigas, queridos amigos, la vigencia del estado de derecho implica, por supuesto, la construcción de un estado seguro, un estado democrático, un estado de leyes, pero ciertamente no se agota ahí.

Hace rato que oía a Amparo Espinosa, evocar ese gran mexicano que fue precisamente su padre; yo creo que si algo extrañó él en su tiempo fue la carencia de estado de derecho en el país, quizá por razones distintas a las actuales, pero también evidentemente la carencia de reglas claras, o peor aún, la existencia de reglas claras, pero la carencia de autoridades que verdaderamente estuviesen comprometidas a cumplirlas.

En pocas palabras, amigas y amigos, de respeto a los derechos patrimoniales. En aquel entonces de este sector, pero evidentemente de muchas áreas de la vida pública.

Nosotros nos hemos puesto esa meta indeclinable; el estado de derecho debe ser precisamente la regla de oro de la convivencia social y democrática del país; y construir estado de derecho debe ser una tarea cotidiana, esforzada, indeclinable del Gobierno por supuesto, pero a mi juicio también de la sociedad. Es una tarea que debemos asumir, a mi juicio, todos, cada quien en su ámbito de responsabilidad, que por supuesto gravita más, muchísimo más en la autoridades, en las federales, desde luego, pero también en las autoridades locales.

Y qué duda cabe que precisamente nuestro México ha sido afectado por la acción de la delincuencia, y por esa razón, amigas y amigos, estamos enfrentando a la delincuencia, y lo estamos haciendo de manera frontal, de manera decidida, de manera determinada; lo estamos haciendo además a sabiendas y asumiendo los costos que implica enfrentar a la delincuencia; costos que --como he señalado desde el primer día de mi Gobierno, y lo seguiré señalando--implican tiempo, que es un problema que requiere precisamente una transformación que tomará tiempo; costos que implican recursos económicos, por ejemplo, en el caso del Gobierno Federal, del primer día del Gobierno a la fecha hemos duplicado el gasto destinado a seguridad y orden; y costos que implican también, y por desgracia, vidas humanas, como la de muchos policías y soldados que las han perdido. Y desde luego, saludo a los comandantes navales y militares de esta Región.

Pienso también, amigas y amigos, que no debemos equivocarnos y plantearnos un falso dilema. Es decir, es precisamente enfrentando los problemas como se solucionan y no evitándolos; probablemente quienes sugieren que simplemente se eviten los costos, probablemente estén planteando también que se evite solucionar de fondo los problemas, pienso que por evitar los costos, evitamos durante mucho tiempo darle soluciones oportunas a este problema; y lo peor es que los costos de cualquier manera se presentaron.

Más pronto que tarde el evitar solucionar los problemas, por muy graves que sean, simplemente los agrava y los deteriora aún más. En el caso concreto de la seguridad, por ejemplo, se requiere precisamente una acción determinada, como la alternativa para precisamente resolver este tema; abandonar la tarea de hacerle frente a la delincuencia sólo puede conllevar, como ocurrió de hecho durante mucho tiempo, un crecimiento de la delincuencia y un deterioro de la vida social.

Se olvida, por ejemplo, precisamente aquí en Acapulco las primeras ejecuciones violentas, los primeros decapitados concretamente, ocurrieron hace casi 4 años, en abril de 2005, porque precisamente México enfrentó un deterioro de la vida social acelerado por diversas razones, por lo que ustedes quieran.

Por ejemplo, porque el crimen organizado, que en su expresión más violenta, el narcotráfico, tuvo un cambio en el modelo de negocio, como he señalado, pasó de ser simplemente exportador y traficante de droga a Estados Unidos, a buscar también el crecimiento acelerado y el dominio de mercados de consumo y detallistas en nuestro país a través de narcomenudeo.

Este cambio sustancial implicó que lo que era un negocio de bajo perfil a escondidas, digámoslo así, pasó a ser un negocio de alto perfil, de alta visibilidad y de control territorial, que es lo que está atrás de la disputa precisamente de los grupos criminales.

Y quiero también aprovechar esta oportunidad, queridos amigos, para decirles que no hay en el Gobierno una fijación o una obsesión per sé con el tema de las drogas o del narcotráfico; nosotros lo observamos como una forma de crimen organizado, pero precisamente el enfoque del Gobierno es combatir la delincuencia y el crimen organizado, que es su peor expresión; y que de manera inevitable está asociado indisolublemente al tráfico y al consumo de drogas en México, y al dominio de territorios de mercado, que es lo que está atrás, insisto, de la lucha de bandas criminales.

Por eso tiene que combatirse integralmente y por eso tiene que combatirse como uno sólo con toda la fuerza del Estado.

¿Cuál es la meta que nos hemos puesto? Nos hemos puesto transformar a México en un país de orden, en un país de respeto, en un país de leyes; un país además que pueda concitar la colaboración internacional para enfrentar este problema que no es sólo de México, sino que es un problema mundial y un problema común que compartimos con nuestro vecino, el caso de Estados Unidos.

Otro elemento, por cierto, que probablemente explique el crecimiento de la violencia de hace algunos años, es que hacia el año 2004, por ejemplo, se removió en Estados Unidos la prohibición de venta de rifles de asalto y armas de alta peligrosidad a clientes comunes, lo cual implica precisamente el crecimiento enorme de la disponibilidad de armas, que son las que han puesto, desde luego, en riesgo, en situación vulnerable la condición de muchas ciudades, muchos pueblos, muchas entidades de la República.

Hay muchos factores atrás, pero el hecho, amigas y amigos, es que estamos viviendo un fenómeno de largo aliento que tiene que ser combatido con fuerza, con determinación y esa es verdaderamente la única, la única alternativa que un estado y una sociedad que quiere ser segura, que quiere estar libre, que quiere prosperar como la mexicana viene frente. Esa claramente y sin lugar a dudas es la conclusión del Gobierno.

Queremos ver a México como una nación en la que la propiedad, las inversiones estén protegidas por un sistema de justicia que brinde certidumbre a todos por igual, donde no se presenten precisamente arbitrariedades que puedan despojar de manera infundada a cualquiera, tenga mucho o poco dinero de su patrimonio legítimamente bien habido.

Esta, amigas y amigos, no es una tarea fácil, como no lo es el resolver problemas modulares de una sociedad tan compleja y afortunadamente con un potencial tan grande como es la sociedad mexicana. Hay que enfrentar muchos obstáculos, hay que enfrentar muchas inercias también, algunas acumuladas durante muy largo tiempo, hay que enfrentar enemigos peligrosos, sí, hay que hacerlo y hay que asumir los riesgos de hacerlo, porque es la única manera verdaderamente de derrotarlos porque es absolutamente posible, factible hacerlo y verdaderamente darle ese espacio rescatado a nuestra gente y a nuestros hijos.

Por eso no hemos dudado en hacer lo que estamos haciendo porque sabemos que México lo necesita, porque sabemos que es indispensable actuar con determinación y asumir precisamente el reto de hacer de nuestro país, de nuestro gran país un país libre y un país seguro.

La certeza de que las fortalezas del estado son muy superiores a las de la criminalidad nos convence también de llevar precisamente esta lucha de manera decidida en nombre de los ciudadanos, y para ello a mí me parece importante explicarles a grandes rasgos cuál es la estrategia que estamos siguiendo, es una estrategia que tiene además propósitos de corto plazo, de mediano plazo y de largo plazo.

¿Cuáles son en el corto plazo? Por ejemplo los operativos conjuntos. Si precisamente el crecimiento de la violencia y de la capacidad organizativa y la capacidad de fuego, la capacidad de cooptación criminal vulnera o debilita a la autoridad en distintas regiones, zonas o poblados del país, una estrategia de corto plazo consiste precisamente en reunir, en congregar toda la fuerza del Estado precisamente en esos puntos para fortalecer la autoridad del Estado, que está representada en sus autoridades locales.

Los operativos conjuntos no son para sustituir la labor policiaca local, pero sí sirven para darle tiempo precisamente a las autoridades locales de poder escalar su propia fortaleza organizativa, de escalar su propia capacidad de persecución, de escalar precisamente su propia representación como fuerza pública en el ámbito de su competencia.

Los operativos conjuntos pues en donde no hemos dudado en recurrir a toda la fuerza del Estado para preservar la seguridad interior del país como lo manda la constitución por cierto en el caso de las fuerzas armadas implica precisamente fortalecer, acuerpar, proteger, restaurar las autoridades locales.

Hay un caso por ejemplo que ha impactado mucho a la opinión pública internacional y que es el propio caso de Ciudad Juárez, que es el más puntual. Recientemente hemos puesto en marcha un operativo específico, masivo en Ciudad Juárez, durante todo el mes de marzo, y en el cual primeramente está produciendo resultados positivos, incluso de manera tal que la violencia, la criminalidad, incluyendo los homicidios violentos que son los que le dan esta espectacularidad a este problema ha disminuido en Ciudad Juárez a partir de la presencia del operativo en más del 70 por ciento, y evidentemente de lo que se trata, amigas y amigos, y el reto es que no tiene que ser la policía, no tiene que ser la policía federal o no tiene que ser el Ejército quien realice labores de agente, de tránsito o de policía local de manera permanente.

Es un espacio, es una estrategia que lo que busca es recomponer el tejido institucional local seriamente deteriorado para que pueda verdaderamente cumplir las funciones elementales de cualquier autoridad, que es la de proteger a sus ciudadanos. Es una estrategia temporal de corto plazo, sí, pero indispensable para poder reestablecer el orden y la libertad que queremos.

Yo quiero dejar en claro una cosa, amigas y amigos. El Gobierno Federal nunca ha eludido o pretendido minimizar los problemas que tenemos. Sí son serios, y hemos sido los primeros en reconocer la seriedad de los problemas que vivimos, a tal grado, amigas y amigos, que hemos actuado con absoluta determinación y firmeza desde el primer día. ¿Por qué? Porque sabemos que el problema es grave, porque no lo quisimos eludir, porque no se trata de meter la basura debajo de la alfombra, se trata de hacerle frente, se trata de abrir la herida, se trata de extirpar ese tumor.

Puede haber pacientes que precisamente por no reconocer esa realidad prefieren oír el medio. Puede haber que yendo al médico se moleste con él porque precisamente desde que lo fue a ver ha tenido que entrar a un tratamiento muy difícil, pero no es culpa del médico que esta paciente tenga una enfermedad. Es precisamente el efecto de enfrentar los problemas, la única manera, amigas y amigos, insisto de solucionarlos.

Sabemos pues de la magnitud, del problema de la violencia, pero también me parece que es necesario poner en perspectiva las cosas, porque de ahí a comparar a México con países que verdaderamente tienen un deterioro de su vida institucional que nosotros no tenemos me parece no sólo una exageración, sino que causa un daño fundamental a la inversión, al turismo y a la percepción del país; por ejemplo, con el tema del estado fallido.

Hay instituciones muy serias en el mundo, tinks tanks y otras revistas especializadas, universidades, academias que por ejemplo hacen una calificación año por año de lo que llaman estados o vigencias de estado y donde incluye por cierto la frase acuñada de estado fallido.

Y en esta calificación por ejemplo, la última que me parece la de foring a fers, si mal no recuerdo, es una clasificación donde están 177 naciones del mundo, donde una, el primer lugar lo ocupa, digamos el estado más débil, o el que pudiera estar en esa calificación verdaderamente fallida, lo ocupan varios países, algunos de ellos africanos, entre ellos Sudam, por ejemplo, no recuerdo cuál fue donde ha habido recientemente golpes de estado, en dos o tres de ellos en el último mes, pero en esa clasificación donde el número uno es el estado más débil, digamos, y el 177 es el más fuerte donde está, no recurso si Suecia o Noruega, México ocupa el lugar 107; es decir, por encima de países incluso como India, por encima incluso de países como China, por encima de muchos países africanos, y por encima de muchos países latinoamericanos, donde se evalúa precisamente la vigencia institucional, la determinación de las autoridades, los movimientos migratorios, si se está corrigiendo o ampliando la pobreza, si se está actuando o no precisamente en términos de vigencia competitiva, si hay falla de finanzas públicas, y por supuesto donde se evalúa también el tema de la seguridad.

Reconociendo nuestros problemas, amigas y amigos, insisto, también es importante que los pongamos en perspectivas. Desde luego puede ser ciertamente muy fácil, comparar a México, con verdaderamente lo que no es a mi juicio comparado.

Otro dato también es la violencia, es innegable, tenemos un problema de violencia, insisto, derivado de esta confrontación de grupos criminales fundamentalmente que se están disputando mercados a través de una estrategia de control territorial que es necesariamente violenta en este tipo de grupos.

Por ejemplo del total de asesinatos violentos o ajusticiamientos, como se llama, o se le dice, a mí no me gusta el término desde luego, pero así se describe, el año pasado lo que hemos investigado por el perfil de las personas, por las actividades a las que se dedican más del 90 por ciento de quienes han fallecido, se trata de personas que han estado vinculados a uno o a otro Banco, o porque son precisamente distribuidores de droga, o porque son transportitos de la misma, porque son detallistas, gente que se sabe en la colonia que tienen tienda, vulcanizadora, o taxista que se sabe que se dedica precisamente al negocio de distribución que es la lucha que tienen por estos mercados, estos grupos.

O bien, aún considerando su número de personas fallecidas, México tiene una tasa, la última estimada de 10.7, digamos, a 11 personas víctimas o fallecidas en muertes violentas por cada 100 mil habitantes. Es muy alto desde luego, no quisiéramos tenerla, pero también pongamos las cosas en una perspectiva justa. Once por cada 100 mil es una tasa significativamente menor a la que tienen, no sólo muchos países en el mundo, sino incluso en nuestra propia región latinoamericana.

Esta tasa en México es menor a la que tiene Guatemala, menor a la que tiene el Salvador, menor a la que tiene Colombia, menor a la que tiene Venezuela, e incluso menor a la que tiene Brasil.

Y quizá no sea para sorprender, por algunos así a mí me sorprendió, la tasa de muertes violentas en México, por cada 100 mil habitantes, es decir, 10.7, 11 por cada 100 mil, es incluso menor a la tasa que hoy registran varias ciudades de Estados Unidos. Por ejemplo Nueva Orleans, donde la tasa es de 95 personas por cada 100 mil habitantes.

Sí tenemos un problema por supuesto, pero es importante valorar su magnitud, su origen y también tener una estrategia que pueda precisamente poner en marcha el estado mexicano, no sólo para hacerle frente, amigas y amigos, sino para resolverla, y esa es la ruta que nosotros hemos emprendido.

Y precisamente dentro del corto plazo, que está también quebrar la lógica criminal que está precisamente desplegándose en la vida nacional y afectando la vida de los ciudadanos y lo que estamos haciendo también es eso, enfrentar con la fuerza del Estado la estructura criminal y financiera de la delincuencia.

Hemos quebrado una buena parte de su estructura criminal, financiera y logística. Por ejemplo, hemos decomisado cientos de millones de dólares, hemos también decomisado 30 mil armas en dos años, algo así como 4 millones y medio de cartuchos, más de 2 mil 500 granadas; en los 6 años anteriores se decomisaron 142 granadas, hemos logrado asestar importantes golpes a los mandos de las organizaciones criminales, en diversas partes del país.

Estaría casi los de la semana, el Cóncord, por ejemplo, que es el capo que dirigía la plaza de Reynosa, que a su vez reemplazó al Hummer, que también atrapamos en Reynosa en semanas recientes, o por decir el día de hoy, se anunció la captura de Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo o el Mayito, era un operador financiero que sustituyó también a otro, al Mochón, a Alfredo Beltrán Leyva, e hijo del líder más importante de los cárteles en México, quizá que es Ismael el Mayo Zambada.

Creo que su captura, la captura de todas estas personas, amigos muestra no sólo la voluntad del Estado para hacerle frente al crimen, sino también la ruptura que se tiene y que estamos provocando en su estructura criminal.

En dos años, por ejemplo, hemos puesto a disposición de la autoridad a 60 mil personas vinculadas con el crimen organizado.

Secuestradores, por ejemplo, hemos capturado a casi 600 secuestradores en el país, y habló sólo por las autoridades federales. Hemos liberado a 438 víctimas de su cautiverio. Sé que el problema es grave, insisto, pero lo importante es que sepamos, amigas y amigos, que este es el camino para resolverlo, y que lo estamos resolviendo.

¿Y qué estamos haciendo para el medio plazo, qué incluye esta estrategia? Incluye precisamente el fortalecimiento de las capacidades institucionales para hacerle frente a la delincuencia.

¿En qué nos estamos concentrando, por ejemplo, en el Gobierno Federal? Si algo a mí me gustaría dejarle al país, una vez que termine la Presidencia en el 2012, es una Policía Federal y un Ministerio Pública Federal plenamente confiable, y aquí --como decía José Ángel, en paz descanse--para combatir la corrupción no hay que olvidar que las escaleras deben barrerse de arriba para abajo, y eso es lo que estamos haciendo.

Y hoy con mucho esfuerzo y con mucha atención, y con mucha presión y con mucho riesgo, por supuesto, pero hoy está en la cárcel, por ejemplo, algo insólito, no inédito, porque ha ocurrido en un caso, pero no al mismo tiempo, está quien era responsable precisamente de la lucha contra el crimen organizado, y quien era el Director de la Policía Federal, porque no hay concesiones en mi Gobierno para la corrupción, y menos vinculada a la criminalidad.

Y hoy, por ejemplo, tan sólo en la policía federal, en el ministerio público federal y otras áreas del Gobierno, el CICEN, etcétera, aún las Fuerzas Armadas, estamos precisamente depurando y sometiendo a control de confianza, y hoy más del 45 por ciento de elementos sensibles en el Gobierno Federal, que tienen que ver con la delincuencia, han tenido que pasar por las pruebas de control de confianza.

¿Cómo son éstas? Son exámenes psicológicos, son exámenes socioeconómicos, son exámenes donde revisamos su patrimonio, su modo de vida, sus cuentas bancarias; son exámenes de polígrafo, que es el famoso detector de mentiras, donde sale si están o no vinculados o han estado a actividades criminales.

Y nuestra idea es limpiar 100 por ciento las policías y elementos federales, y lo vamos a hacer, amigos; lo vamos a hacer, porque hemos depurado 45 por ciento en menos de un año.

¿Qué estamos haciendo en el mediano plazo? Escalando precisamente las capacidades tecnológicas para tener una policía científica en México. Estamos articulando una base de datos, tal y como comprometí con muchos mexicanos, una base única de información criminal. Es increíble, por cierto, que en México no tuviéramos registro vehicular, ya no digamos registro de personas, ya no digamos registro de bienes, registro vehicular.

Y estamos haciendo una base criminalística, que es de las más poderosas en Latinoamérica; tenemos un registro que crece rápidamente y tenemos un registro precisamente de huellas dactilares, de información balística, por ejemplo, cada policía que pasa a control de confianza se guarda la huella de la percusión del arma que utiliza, en fin, una base que es la plataforma México, y que nos va a permitir escalar las posibilidades frente a la criminalidad.

Bueno, ¿en el largo plazo qué es lo que hay que hacer? El objetivo, amigas y amigos, lo ideal es que en cada región del país lleguemos a contar con una policía en cada localidad, que verdaderamente permita que esa policía tome el control y la fuerza del estado, y haga frente a la criminalidad. Y pienso que lo vamos a lograr, se requiere la colaboración de todos, pero sé que lo vamos a lograr. Esa es la idea incluso del Acuerdo por la seguridad, la justicia y la legalidad.

Hay que reformar el Sistema de justicia. Ya logramos la Reforma Constitucional para los juicios orales, hay otras en curso pendientes que están siendo analizadas por el Congreso de la Unión.

Termino esta parte, amigas y amigos, y perdón por haberme extendido, pero sé que es del interés de todos para refrendar esta convicción, tenemos problemas, sí, pero el Gobierno Federal está trabajando, y está trabajando duro y con una estrategia bien planteada para darle solución.

Ahora déjenme referirme al reto económico. Existe la percepción de que la crisis económica mundial va a afectar con más fuerza a México por su cercanía con los Estados Unidos; y sí, hay parte de razón, evidentemente estamos muy cerca del epicentro, pero me parce que aún con esa condición México sí tiene circunstancias diferenciales, fundamentales con el Sistema o con otras crisis que hemos vivido en el país, para hablar además de un negocio que ustedes conocen muy bien, pues empecemos por el Sistema Bancario.

Realmente el eje, el ojo del huracán de este problema se articular entorno al Sistema Financiero y Bancario Norteamericano. Cuando quiebra LIMAN, por ejemplo, y todos los Bancos se miran el uno al otro, diciendo: “¿Oye, no será mi vecino de al lado el próximo que quiebre?” Y se pierde la credibilidad ente uno a otro, pues se cae el crédito. El crédito no sólo como acción y a efecto de prestar dinero, sino como acción y efecto de creer en alguien, que además están íntimamente vinculados.

Y si el crédito es la sangre, el aparato circulatorio de la economía, que como todo, va y viene, en el momento que se para el crédito, que se infarta el corazón, que es el Sistema Bancario, se genera precisamente esta crisis económica.

¿En México cómo está el corazón de nuestra economía, nuestro sistema bancario y financiero? Honestamente, amigas y amigos, está bien, y yo pienso que está en una de las mejores condiciones que pueden tener muchos sistemas bancarios en el mundo.

Yo recuerdo, cuando pagamos el costo de lo que se sufrió en México en el ’95, ’94, a la hora de reconstruir el Sistema parecía lejísimos, inalcanzable, una exigencia absurda, plantearles a los Bancos una tasa de capitalización; es decir, capital contra activos financieros en riesgo del 8 por ciento, que era más o menos la última moda de Basilea.

Hoy la tasa de capitalización de los Bancos en México es de 14 por ciento, y en algunos casos obviamente muchísimo mayor. En México aún con la contracción crediticia brutal que se ha vivido en todo el mundo, hoy sigue habiendo todavía en enero de este año flujos positivos de crédito hacia el sector productivo del país.

Otra fortaleza, amigas y amigos, en fin, esta es una fortaleza clave que no podemos perder de vista.

Otra es, los sólidos fundamentos macroeconómicos que tiene México. Uno, por ejemplo, es el nivel de nuestros compromisos internacionales, el nivel de deuda pública externa mexicana, por ejemplo, que se ha venido reduciendo sistemáticamente y que ha reducido de manera notable la vulnerabilidad de México frente al exterior.

Contamos además con finanzas públicas sanas, con instituciones sólidas, como es el propio Banco Central. Y en materia de finanzas, aquí cuenta mucho la disciplina que hemos seguido durante varios años, el haber mantenido finanzas públicas sanas, el haber alcanzado equilibro como lo tuvimos en los dos años anteriores, nos ayuda en este momento para poder ejercer, así sea en este 1.8 por ciento del PIB que lo estamos haciendo, una política contracíclica que ayuda evidentemente a apalear los efectos de esta situación económica internacional.

Fortalezas públicas sanas que implica una reforma hacendaria como la que hemos tenido, yo no pido que sea popular, yo no conozco ninguna reforma hacendaria que sea verdaderamente popular, pero sí que ayuda precisamente a mejorar el perfil de las finanzas nacionales.

O la del sistemas de pensiones, yo recuerdo que hace dos años justo aquí, ese día se había aprobado en la Cámara de Diputados la Reforma al Sistema de Pensiones. Es una reforma que no han hecho muchos países en el mundo, muchos de esos países grandotes, desarrollados, poderosos, que tienen gravísimos problemas ahora, no han hecho sus reformas de pensiones, entonces su problema no sólo ahora, sino el que viene mañana y pasado mañana.

Nosotros, amigas y amigos, y aquí aprovecho para reconocer a la Cámara de Diputados, a los diputados y senadores aquí presentes, y especialmente a los de la Comisión de Hacienda, hemos hecho una reforma que verdaderamente le ha solucionado un problema a México en el mediano plazo. Esta es una cifra que rara vez se reflexiona a fondo, pero el valor presente neto de la Reforma Hacendaria más haber reformado el sistema de pensiones de los del Seguro Social, ustedes recuerdan que hace 4 ó 5 años se intentó tímidamente reformar las pensiones del seguro social, y hubo bloqueos y plantones y se tuvo que amurallar el Congreso; hoy ya reformamos las pensiones al servicio del Estado, que son nada más 2 millones de trabajadores; las pensiones del Seguro Social y las pensiones de la Comisión Federal de Electricidad.

El ahorro que el país está haciendo en sus finanzas públicas a valor presente neto son más de 30 puntos del Producto Interno Bruto; es decir, implica varios años de reformas fiscales como todas las que siempre se comentan y que no voy a mencionar porque me meto en muchos líos. Esta es una diferencia brutal con respecto a otras situaciones que hemos mencionado.

Tercer punto al que me refiero. México va a apalear su situación económica, vamos a compensarlas hasta donde sea posible, pero qué va a pasar después cuando se afecten las finanzas públicas, hay a quien le preocupa el precio del petróleo, la producción o la recaudación.

Déjenme empezar con varios temas. Primero, la volatilidad del precio del petróleo es cierta, sí, pero aquí -como ya lo mencionó Enrique Castilloadquirimos, y adquirimos con oportunidad, coberturas financieras, coberturas que nos permiten garantizar precio de venta del petróleo mexicano a 70 dólares por barril, con lo cual garantizamos los ingresos medulares de las finanzas públicas para este año.

¿Y qué va a pasar después, amigas y amigos? No sólo tenemos estas coberturas, sino que también tenemos los fondos de estabilización petrolera, los fondos de estabilización petrolera en el país hacienden hoy a 145 mil millones de pesos, es decir, una cifra muy superior al 1 por ciento del PIB.

¿Y eso qué significa? Significa que no sólo tendremos la certidumbre de que el presupuesto federal de este año se va a ejercer, sino que también esos fondos y otros mecanismos de ingreso no recurrente del Gobierno nos permitirán construir una estrategia de salida hacia el 2010 para retomar precisamente el curso de la actividad ordinaria de finanzas públicas.

¿Y qué estamos haciendo finalmente para hacerle frente a esta coyuntura? En primer lugar estamos dando un impulso sin precedente a la infraestructura nacional. Este año prevemos una inversión público-privada de más de 500 mil millones de pesos, y se está haciendo.

También hay la idea de que ahí están los presupuestos, pero no se ejercen, son obras muy grandotas, de aquí a que se arrancan, etcétera. Mañana voy a estar aquí inaugurando el Libramiento de Tecpan de Galeana, y vamos a anunciar también otras obras aquí en la costa grande de Guerrero; pero con las obras que hemos hecho, lo que estamos haciendo, amigas y amigos, estamos verdaderamente no sólo haciendo una política contracíclica, sino dándole competitividad a la economía del país.

Estamos generando también oportunidades de empleo y de inversión, y no sólo son las grandes obras, sino también las pequeñas obras. Por ejemplo, el estar reparando hoy casi 8 mil escuelas en el área rural del país; estar generando un cuarto de millón de programas de empleo temporal, esos inclusos que todavía no se registran en el seguro social, pero para darles una cifra, por ejemplo, a pesar de la magnitud de la crisis que se vive a nivel internacional, los datos para la primera quincena de marzo, si uno revisa las cifras del seguro social, en México ante un número de trabajadores al seguro social afiliados de casi 15 millones y que era predecible que tuviéramos una pérdida significativa de empleo, la variación de la primera quincena de marzo es de 8 mil puestos de trabajo.

Cada uno es importante, desde luego, pero me parece que vale la pena ponerlo en contexto, qué tanto está funcionando y qué tanto está gastando el Gobierno en materia de infraestructura.

En enero, el gasto público federal en materia de infraestructura, fue 28 por ciento superior al de enero del año pasado.

En otras medidas me llamaba la atención lo que decía María Amparo, que el señor Espinosa Iglesias pensaba precisamente en programa de reentrenamiento y recolocación de gente; en el Sistema Nacional de Empleo que tiene una estrategia específica, está orientado precisamente a eso, a reestrenar, a recolocar, y apoyar con becas de entrenamiento laboral a la gente, y ahí hemos podido capturar y relanzar una cifra, no quiero aventurarla ahora, pero ya abarca a cientos de miles de personas, que toman el sistema a través de la página empleo.gob.mx. se reentrenan, se apoyan y se recontratan precisamente en el sector productivo.

Otra medida, las PYMES; lo hemos hecho, no sólo con la fortaleza de la Banca, sino con los Fondos PYMES, que en lugar de darlos como subsidios directos los estamos colocando en un fondo de garantías, estamos relanzando el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, y también en el primer mes de operación del programa, se dieron más de 5 mil millones de pesos de crédito, a través de este mecanismo en beneficio de casi 11 mil pequeñas y medianas empresas y la idea es precisamente el dar hasta 250 mil millones de esos en los próximos años a este sector.

Otro rápidamente, esta semana también, el viernes pasado, para ser exactos, anunciamos precisamente el pacto nacional por la vivienda, y hemos garantizado a través de los mecanismos institucionales, que otorguemos crédito en México para la adquisición de 600 mil viviendas este año, y para la reconstrucción y reparación de más de 200 mil viviendas más.

Eso también significa empleo, eso también es una política contra cíclica, y además estamos apoyando con más de 7 mil 400 millones de pesos el anticipo para vivienda de los trabajadores más pobres del país.

En fin, amigas y amigos, quiero simplemente concluir, retomando también algo que me gustó mucho de Amparo y que citaba de su padre. No quisiera y menos en mi posición de Presidente, decir que de lo perdido, de lo que aparezca, pero yo tengo, digamos una reflexión similar, más que de eso, amigas y amigos, yo pienso de esta manera. (Risas)

¿Es relevante estimar cuál va a ser el impacto de la crisis mundial? Sí. ¿Es relevante ver cuáles son las cifras que estima ahora del Fondo Monetario Internacional respecto del destacamiento? Me da el sí por supuesto, pero lo relevante, insisto, para un país, para su Gobierno y pienso que lo relevante para una familia, para una empresa, sea Banco o sea una tienda de abarrotes, no es qué tan grave van a ser los problemas que enfrente, sino qué podemos hacer aquí y ahora para enfrentar los problemas que tenemos.

¿Qué cosa podemos hacer cada día para cambiar esa realidad? Si en algo somos diferentes la especie humana, si algo explica la supervivencia de esta especie, respecto de otras mucho más fuertes, es precisamente nuestra capacidad en pleno uso de inteligencia y de libertad para enfrentar situaciones adversas y superarias, porque eso explica el avance de la tecnología, eso explica la historia, eso explica el progreso, eso explica el desarrollo.

Yo tengo esa firme convicción, amigas y amigos, que la clave en un país y la clave que México tiene ahora, no es sentarse a lamentar a decir: “Qué mal estamos en la economía mundial o qué mal estamos en materia de seguridad” Sino qué concretamente podemos hacer para superar estos problemas, para enfrentarlos y resolverlos.

Estoy convencido, la historia nos ha mostrado que todas las naciones, cuando dan saltos en el desarrollo es porque han tenido que superar adversidades descomunales, eso explica precisamente la diferencia, muchos casos, no en todos, de la manera en que se conducen precisamente las historias de los países y pienso, las historias personales de la gente; incluso yo diría que la del señor Espinosa Iglesias también se explica por este afán de superar siempre y en cada momento la adversidad.

Así que amigas y amigos, éste es mi mensaje, sí tenemos problemas en México, pero los estamos enfrentando y los estamos enfrentando con determinación; sí tenemos adversidades, pero la clave de la vida no es tener adversidades, eso es imposible. La clave es tener la determinación para enfrentarlas y ponerse a trabajar y poner manhos a la obra.

Ustedes lo saben mejor que yo. La economía se mueve en ciclos, así ha sido por la historia de la humanidad, ciclos que demuestran que hay cumbres, que hay bonanzas y que también hay caídas, recesiones y crisis. Pero así como no hay bonanzas para siempre, tampoco hay crisis para siempre. Este es un fenómeno temporal, por muy grave que sea, y lo tenemos que hacer es tomar las medidas necesarias para enfrentar precisamente el corto plazo que es difícil y lo estamos haciendo como lo he señalado, pero también seguir trabajando, sin perder el rumbo de largo plazo, sin perder de vista el México que queremos construir, y actuar conforme a ese México que queremos construir.

Seguir transformando la vida institucional del país, seguir mejorando nuestras Instituciones, seguir cambiando nuestras leyes, seguir haciendo más productivo nuestro aparato económico; seguir haciendo más eficiente nuestra economía; seguir transformando y haciendo más competitivo el campo de acción, donde actúan cada una y cada uno de los mexicanos.

Así que a eso los invito, amigas y amigos de esta Asociación, a seguir trabajando cada quien en su puesto, cada quien en su responsabilidad, en su oficina, en su Banco, en el Gobierno, en el sector privado, en su casa, en la escuela; a seguir trabajando, pero también, sobre todo, a seguir cumpliendo la labor fundamental que México nos reclama, que es: la labor de ciudadanos.

Esa labor de ciudadanos es la que el país está reclamando de cada quien, y yo quiero convocarlos, en nombre de México, a que cada quien ponga en lo más alto sus capacidades y sus aptitudes.

Y sé que con la suma de esfuerzos y el compromiso de todos no me queda la menor duda, amigas y amigos, México saldrá adelante, como ha sido siempre de estos problemas, incluso mucho más graves que los que hemos vivido al día de hoy.

Así que enhorabuena por esta Asociación; enhorabuena a la nueva Directiva, y muchísimas gracias.

Gracias, amigos.

Si me lo permiten, voy a proceder a hacer la declaratoria de inauguración.

Siendo las 20:00 horas con 35 minutos del jueves 20 de marzo del 2009, me es grato declarar inaugurados los trabajos de la Septuagésima Segunda Convención Bancaria de la Asociación de Bancos de México, deseándoles a todos ustedes el mayor de los éxitos.

Enhorabuena.

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